Pocas cosas hay mas plenas que despertarse con un beso. Poco importa que el día esté oscuro y haya sombras en cada esquina. Ese beso te va a hacer capaz de adentrarte en ellas como si llevaras un casco de espeleólogo y una bombilla de máxima potencia.
Si además del beso, tienes una palabra bonita, dan igual todas las bobadas que te dirán otros. El sonido de esa palabra te va a acompañar todo el día y pensarás que puedes tener un pitido de ese calibre en el oído sin que te moleste lo más mínimo.
Pero ya, si a todo eso lo acompaña un largo abrazo, no puedes dejar de sentirte el más grande, por que tienes lo más grande. No hay edredón multiplumas que abrigue más que ese abrazo que te hace sentir invulnerable.
Y sí, me he puesto sensiblero. Pero hay días que tienes que expresarlo. Esta es mi expresión…
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